Hoy en día, estamos tan apegados a los dispositivos que a veces se nos olvida comer, dormir o convivir con los seres queridos. En los últimos diez años, las redes sociales se han vuelto parte de nuestras vidas y los políticos aún están aprendiendo como usarlas para llegar a su electorado.
En la actualidad, es imprescindible llevar, a parte de una campana por tierra y por aire, una campana en las redes sociales. Facebook, Twitter, WhatsApp, YouTube e Instagram son las herramientas más poderosas que un político puede tener a la mano.
- Primero, a diferencia de los medios tradicionales, donde pagas para un spot, en las redes puedes difundir los mensajes y las ideas del candidato con un costo menor que en los medios tradicionales .
- Las redes sociales permiten al político del siglo XXI reaccionar a tiempo, de manera inmediata a nuevos sucesos, a ataques o comentarios de parte de los opositores. En una campaña llevada simplemente por medios tradicionales, el candidato tendría que buscar un espacio en la prensa escrita o audiovisual para reaccionar y, por eso, varias veces los aspirantes no lograban responder a tiempo.
- Como vivimos en la era de la retroalimentación, donde podemos fácilmente calificar un restaurante o un gimnasio, es muy importante que el aspirante interactúe con su electorado. Un sencillo y elocuente ejemplo es la campana de Barack Obama en 2008, cuando gano gracias a su página my.barackobama.com, donde las personas podían contar sus vivencias e historias, que después el equipo de Obama usaba para generar debates y mítines. Dándole voz al ciudadano sencillo, logro ganar la Casa Blanca.
- Con el Internet, alcanzas más que con los medios tradicionales. En los años 60 empezaron a estudiar la comunicación de masas porque se dieron cuenta del enorme poder que tenía la pantalla televisiva. Medio siglo después, tenemos que darnos cuenta del tremendo potencial que tiene el Internet. El tiempo promedio que un mexicano está conectado al Internet, en 2017, es de 8 horas con 1 minuto. El internet ya supero el tiempo que los mexicanos ven televisión (3 horas y 3 minutos) o que escuchan el radio (2 horas 50 minutos). La mitad de los 70 millones de mexicanos conectados a Internet están en línea las 24 horas del día.
- Las redes sociales son las que más usa el electorado mexicano. Hay más de 25 millones de personas en Facebook; es decir, uno de cada cinco mexicanos está en la red azul. Y más de 34 millones de mexicanos están en WhatsApp, con un promedio de 671.6 minutos por visitante.
- A parte del alcance del Internet y sus redes sociales, los estudios muestran que los mexicanos se acercan a la información política a través del Internet. Es de las redes sociales de donde los mexicanos sacan su información acerca de las propuestas políticas, de los políticos y los casos de corrupción. El año pasado, Facebook jugo un papel central en las elecciones que llevaron a Trump a la Casa Blanca. Desgraciadamente, la red social con más usuarios del mundo ayudo a propagar falsas noticias que desinformaron a la población estadounidense.
- Las redes sociales no solo permiten una escucha activa del ciudadano, sino le ofrece al político las herramientas para acercar, reclutar, organizar, movilizar, interactuar, persuadir e informar a su electorado. Un ejemplo que ya se ha vuelto clásico es la campana del 2015 de Jaime Rodríguez Calderón para el puesto de gobernador de Nuevo León.
- Hoy en día, las herramientas para decir una historia en línea son tan diversas que solo se necesita un poco de creatividad para llegar al corazón del electorado. Con música, imágenes e historias conmovedoras, la batalla esta medio ganada. Si la calidad de nuestra historia logra impresionar, el efecto se verá, sin duda, a la hora de votar.
En la última década, la batalla electoral se ha mudado más y más en línea. En 2008, cuando Obama llego a ser el primer presidente de color de Estados Unidos, había invertido tan solo 4% de su presupuesto en su campana en línea. Un año después, Bob Donnell le invirtió casi el doble para alcanzar la gubernatura del estado de Virginia. Hoy en día, en México, la inversión más fuerte se hace en la publicidad electoral en línea, debido a las restricciones que se tienen para hacer publicidad en medios tradicionales.
Råzvan Cårcu