“Como amigo”, de Forrest Gander


“Su rostro iba tan a favor de su pesarosa guapura, que parecía mayor y más convincente que cualquiera de nosotros…..Sus palabras no eran tanto registros memoriosos de acontecimientos como algo que lo hacía capaz de practicar una manera de hablar que nos hechizaba, incluso a sabiendas que eran pendejadas… Mentía no sólo acerca de su esposa Cora, su novia Sarah, sus amantes, sino acerca de todo”.

Erase una vez que era un joven carismático llamado Les, casado con Cora, que vivía en una ciudad vecina de donde trabajaba nuestro protagonista, lo que aprovechaba Les para vivir con Sarah, cuya estancia en su departamento justificaba ante Cora señalándola como lesbiana, por lo que su relación, le mentía, era la de una conveniente room mate con quien compartía gastos.

Clay era amigo, compañero de trabajo y ferviente admirador de Les. Besaba el suelo por donde pasaba Les. Desesperado porque ignoraba su presencia, porque sentía que su adoración no valía nada, molesto porque no le tiraba ni una migaja de conversación, porque lo eclipsaba, lo bajaba de nivel, lo vaciaba, empezó a pensar sobre las maneras de curarse de la veneración que le entregaba.

Sarah era la novia “lesbiana” de Les, el primer hombre a quién se la mamó, mamada que le supo a agua de pozo. Sarah, la que pensó, la primera vez que escuchó hablar a Les, que “está hablando de mis sentimientos, está hablando por mí, lo sabe todo”. Sarah, la que nos quiere contar cómo es la vida sin Les.

Forrest Gander es poeta. “Como amigo” es su primera novela. Estudió geología, y también literatura inglesa, ya ven ustedes que se complementan; vivió en la cuna de la independencia mexicana Dolores Hidalgo, de ahí, viene, supongo, la traducción al español mexicano de la poeta mexicana Pura López.

“Como amigo” es, y perdón para los que les parece que todo lo que leo son la octava, novena, …. maravilla de la literatura, es, digo, una novela p r e s c i n d i b l e. Con un arranque espectacular, perturbador, inquietante, “Como amigo” va perdiendo fuelle a la medida en que va transcurriendo la novela, muy, muy corta, por lo que no la vas a dejar sin terminar, porque con ese arranque, con ese personaje, esperas algo, pero, por desgracia, te quedas aguardando.

Tampoco estoy diciendo que es una pésima novela. No, se lee, te pone a pensar sobre temas importantes como el carisma, la envidia o el rechazo, pero quizá, saturado por tanta lectura, está se me atoró, o quizá no la comprendí, o a lo mejor la leí muy aprisa, o quizá me preocupó que se notaba una traducción a la mexicana, a mi, que siempre me molestaron las traducciones de Anagrama, por tanta hostia, tío, joder y cojones.

Narrada por tres protagonistas -Clay, Sarah y Les-, ubicada en algún rincón de los Estados Unidos de Trump, “Como amigo” es un ejercicio de un poeta escribiendo prosa que a ratos quiere ser poética -lo que Sarah nos cuenta a ratos parecen versos- pero que se queda en el vacío, el mismo que te deja la novela al terminarla después de la tormenta, que Hanna, creo se llamaba.
A %d blogueros les gusta esto: