“La lectura y los libros”, de Arthur Schopenhauer

“Para leer lo bueno, hay una condición, y es no leer lo malo, porque la vida es corta, el tiempo y las fuerzas, limitadas”, reflexiona el filósofo alemán Arthur Schopenhauer en su ensayo “La lectura y los libros”, pletórico de comentarios que cuestionan severamente determinadas actitudes que asumimos algunos lectores.

“Confundir la compra de libros con la apropiación del contenido”, “Cuando leemos, la mayor parte de las veces nos ahorramos el trabajo de pensar”, “Una lectura continua paraliza más el espíritu que un trabajo manual incesante, pues éste, al menos, permite entregarse a los pensamientos propios”, “… Los malos libros acaparan el tiempo, el dinero y la atención del público, que pertenecen de derecho a los buenos libros, ..”.

Arthur Schopenhauer (1788-1860) fue un filósofo alemán que ejerció una influencia relevante en el mundo artístico en el siglo XIX, e incluso, su ascendiente influyó en el XX. Su filosofía se centraba en el ejercicio del pensar: reflexionar hasta el final. Pesimista irredento, Schopenhauer, afirmaba que “toda vida es esencialmente sufrimiento” y proponía como posible solución, una hipotética huída del mundo.

Ningún tiempo tan propicio como estos días para leer a Don Arthur. Cuando muchos pensamos en la lectura como una forma “productiva” de evasión y ocupación del tiempo durante el encierro, “La lectura y los libros” nos ayuda a que busquemos mayor sentido a la actividad.

Schopenhauer critica entre tantas actitudes que algunos lectores asumimos: “Leer a tiempo, siempre la misma cosa, siempre las novedades , para encontrar en ellas, en las reuniones de sociedad, un asunto de conversación.”, “Bueno sería comprar libros si se pudiera comprar tiempo bastante para leerlos, ..” Y poniéndose un poco escatológico, Schopenhauer nos señala que “Inquirir si hay hombre que retenga todo lo leído, equivale a inquirir si lo hay que conserve en sí todo lo que ha podido comer”.

En fin, lectura de fin de mes, necesaria para frenar un poco la voracidad de mis lecturas, los ensayos de Schopenhauer logran que pongas a funcionar, aunque a regañadientes, otras partes de tu maquinaria cerebral.
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