El domingo por la noche me topé con la sorpresa de que el sitio “en construcción” de Fernando Larrazabal se había sustituido con una pantalla que anunciaba «Por los lineamientos de la Ley Electoral esta página es suspendida temporalmente hasta el 3 de abril… ¡espéralo!». Vaya patraña. Inmediatamente me pasé al sitio de Fernando Elizondo, que estaba funcionando e igual el de Rodrigo Medina, así que le tomé una fotografía a la portada de cada sitio y no me preocupé.
Ayer lunes, en la mañana, revisé el sitio de Fernando Elizondo y resultó que al igual que Larrazabal lo había bajado aduciendo las mismas mentiras – y digo mentiras porque no hay lineamientos en la ley electoral que mencionen sitios en Internet – mientras que el de Rodrigo Medina continuaba funcionando con su vocación de catálogo de fotos de campaña. Yo aún me sentía tranquilo y pensaba que la verdad es que al hacer comparativos con el sitio de Abel Guerra, Elizondo había decidido remodelar su sitio para que no fuera tan evidente sus carencias y que Larrazabal había encontrado una buena barra para justificar que aún no terminaba de construir su sitio, que por el tiempo que llevaba, amenazaba con convertirse en otra biblioteca nacional, nunca terminada.
El caso es que en la tarde, también el equipo de Rodrigo había decidido salirse de la Red y no quedó otra que bajar los demás, pues los equipos de campaña decidieron que lo mejor era no correr ningún riesgo de impugnación por parte de los panistas, y me quedé rumiando mi coraje, pues aceptar que la Red puede ser regulada implica una concesión que tendrá consecuencias en las campañas electorales.
Ya lo había dicho yo.
Pero entiendo que le soplen hasta al jocoque por miedo a impugnaciones.
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Gracias Santiago. Saldremos recargados…
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