
Un día me enteré que era poeta, y que además, se presentaba con éxito, al estilo Bukowski, en recitales; saberlo me impulsó a buscarla en YouTube. ¡Me encantó! Ya converso en Fan, de vez en cuando, en esas noches serenas, en cama, le solicito a Siri que reproduzca en el HomePod a Elvira Sastre. Gran opción para relajarte y dormir placido.
Después me enteré que la habían galardonado con el Premio Biblioteca Breve por su ópera prima, “Dias sin ti”; pero, algo singular para quien se lanza a comprar libros sin requerir de provocación alguna, hasta ahora, no me he animado comprar la novela; temía decepcionarme. Escucharla en el Home Pad y en ocasiones, verla en YouTube, me cautiva; me complace cuando la veo y escucho, y por ello pensaba, que con eso bastaba.
Cuando me encontré con “Madrid me mata”, que subtituló como un “Diario de mi despertar en una gran ciudad”, consideré que podría ser una manera más ¿neutra? de ¿Leerla… conocerla? Bueno, digamos leerla -porque no había leído ni uno de sus poemas-, y conocer su prosa, así que la compré, y se quedó en espera de un buen momento.
Al terminar la extraordinaria novela de Henry James, “Lo que Maisie sabía” , recordé el libro de Sastre y consideré que era el tiempo adecuado para conocerla, así que empecé a leer su “Madrid me mata”, que resultó, más que un diario, un homenaje a la capital española, soportada con una selección de las columnas que publicó en El País.
Elvira Sastre (1992-), española de Segovia, es escritora y traductora. Reconocida como Poeta, ha publicado cinco poemarios (según Seix Barral, ve tú a saber); dos poemarios más, pero ilustrados, y su novela, galardonada con el Biblioteca Breve, “Días sin ti”.
Fenómeno de masas, antes de la pandemia, a manera de “Rock Star”, sus giras por España y Latinoamérica, junto al cantautor Andrés Suárez, abarrotaban los escenarios donde se presentaban. Sus libros, se venden por decenas de miles, y los seguidores de sus redes sociales se cuentan en cientos de miles.
Por “Madrid me mata”, me enteré que sus experiencias en México le han resultado gratas, al punto que se animó a montar en casa su altar de muertos, una tradición mexicana que ha llamado mucho la atención en el extranjero últimamente.
“Madrid me mata” recorre dos años en la vida de Elvira, y abarca los temas que le interesan: su familia, con sus abuelos; Segovia, donde nació y regresa todas las navidades; sus perros y la adopción de mascotas; su experiencia con el confinamiento; el feminismo, y la marcha del orgullo; e incluso, creo recordar que menciona una que otra metedura de pata de algún político español.
“Madrid me mata” es una sensible declaración de amor que Elvira ofrenda a la ciudad de Madrid, a sus barrios, bares, parques, librerías y balcones; a sus habitantes, con sus distintos acentos, que “forman parte de una misma conversación, suenan a futuro”. Pero es también una declaración de principios: a la libertad, a su libertad para amar, de vivir, de gozar su vida.
Me gustó “Madrid me mata”; me sedujo su cuidada edición, con fotografías; me cautivaron los poemas con que cerró el libro; me conmovió su carta a los abuelos; me atrajo la aguda mirada de Elvira, que se registra en la comprensión que muestra sobre su entorno y realidad y en la detallada y preciosista descripción que logra con su prosa del universo madridista. ¡Te leo!