
Carmen Riera (1948-) se dio a conocer en 1975 con el libro de cuentos “Te dejo, amor, en prenda el mar”. Ha publicado novelas, ha sido traducida y ha sido galardonada con el Premio Nacional de Cultura de la Generalitat de Catalunya y el Premio Nacional de las Letras. Es miembro de la Real Academia Española. Amiga y cliente de Carmen Balcells desde hace más de treinta años, que a manera de introducción de su libro, nos confiesa que “Carmen Balcells me cambió la vida”.
Porque Carmen Balcells, era una mujer de cualidades incuestionables que “… había empezado de la nada, ni siquiera había cursado el bachillerato, había llegado a Barcelona desde un remoto pueblo del interior de Cataluña, para dedicarse a un oficio cuyas reglas en principio ni siquiera conocía, pero había conseguido cambiarlas y con tesón, perseverancia e infinita dedicación había llegado hasta allí, mejorando la vida de muchos escritores”.
Confieso que durante las últimas páginas, las lágrimas fluían libres y serenas. Admiré a la “Gran Mamá” y me recuerda a la mía. Había leído, escuchado y visto mucho acerca de Carmen Balcells: Libros de memorias escrito por editores como Carlos Barral, Jorge Herralde, Esther Tusquets, Mario Muchnik y de Beatriz de Moira; libros sobre el Boom, como los de Xavier Ayén, José Donoso e Ignacio Padilla; memorias o biografías de sus clientes, como la del propio Gabriel García Márquez; vídeos en YouTube, etc., pero el libro de Carme Riera, terminó, inesperadamente, conmoviéndome.
Nací en 1957 y empecé a leer muy pequeño. Mi adolescencia coincidió con el surgimiento del Boom, ese movimiento mitad literario, mitad estrategia de marketing que agrupó a un grupo de escritores latinoamericanos en torno a Carmen Balcells. Tuve la suerte de leer de muy joven a Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez y a Isabel Allende, entre algunos de sus 200 escritores que representa su agencia. Soy pues, contemporáneo de esa época tan literariamente gloriosa para los lectores.
Por esa afortunada circunstancia de tiempos y espacios -mexicano, nacido en los 50´s, lector voraz, bibliómano- empecé a conocer la importancia de Carmen en la industria editorial. Creo recordar que fue en el 2002, cuando se publicó la biografía de Gabriel García Márquez -“Vivir para contarla”-, y que coincidió con mi efímera etapa de librero, cuando el papel de Balcells en su lanzamiento fue tan notable, que atrajo mi atención y admiración.
Personaje relevante en la historia de la literatura hispanoamericana, jugadora implacable, temida y respetada en la industria editorial; representante amada y adorada por sus clientes, entre ellos, seis, sí, 6 Premios Nobel de Literatura; jefa temida por arbitraria y arrebatada; esposa distante, insatisfecha, en una relación que la autora califica como “…fraternal. Es decir, de hermanos que se pelean”; madre “bipolar” y contradictoria, como casi todas, que oscilan entre las exigencias, las altas expectativas y los mimos.
Arbitraria, arrebatada, generosa, extraordinaria, influyente, visionaria, mito, leyenda, insólita, irrepetible, inolvidable, increíble, exagerada, extravagante, llorona… sobran los adjetivos cuando se trata de Carmen. Astuta inversionista en talento, defensora “enconada y decidida de sus escritores”; emprendedora creativa, como lo evidencia la famosa “cláusula Balcells”, que incluía en sus más de 50 mil contratos con editoriales que llegó a manejar, Carmen es una mujer a la altura de su leyenda.
“Carmen Balcells, traficante de palabras” no ha llegado a las librerías mexicanas. Al enterarme de su publicación, no logré resistirme a comprarlo en su edición electrónica. No pude esperar a que arribara a las librerías. Mi cuñada va a España la próxima semana y se ofreció a traérmelo, ofrecimiento que acepté, aunque me adelanté y lo leí en mi iPad; así nos pasa a los bibliómanos, los queremos en papel y en nuestros libreros. Si te gustan las biografías de personalidades del universo literario, te la recomiendo mucho ¡Te leo!
https://msha.ke/havela/