“El manuscrito”, de John Grisham

“El manuscrito” es un thriller ameno, que como atractivo adicional, trata sobre libreros, escritores y lectores aficionados a las novelas policiacas o de misterio. En medio de un huracán categoría 4, Nelson Kerr, un autor de thrillers fallece, presuntamente asesinado en una Isla de Florida llamada Camino Island.

Pongámonos en tono olímpico: Descanso activo; si eres deportista de alto rendimiento, y te encuentras en plena temporada de competencia, difícilmente tu entrenador te programará un día de descanso.

Si el cansancio se refleja en las estadísticas de tus entrenamientos, probablemente se programará un descanso activo, consistente en realizar una actividad deportiva diferente, con poca carga o tensión para las articulaciones. Los corredores nadan o le dan a la bicicleta; los triatletas pueden elegir el golf o caminar; y ambos, pueden optar por ejercicios de flexibilidad, como el taichí, los pilates y el yoga. Lo importante es permanecer activo físicamente.

Leer a novelistas como John Grisham es mi equivalente al descanso activo lector. Después de prodigarme, concentrarme y saturarme con las tres novelas de Agota Kristof y de acongojarme con el libro de Chimamanda Ngozi Adichie, “Sobre el duelo”, me urgía cambiar a un autor, digamos, menos exigente. Las novelas de Grisham me mantienen entretenido mientras el cerebro continúa ejercitándose, generando conexiones entre las neuronas.

Cierta crítica presuntuosa intenta desprestigiarlas denominándolas “novelas de aeropuerto”. ¡Me vale! Existen autores de éxito y con oficio, como Grisham, que empleando un lenguaje neutro, sin pretensiones artísticas y dotándolas de estructuras narrativas sencillas, sin embrollos ni rebuscamientos, escriben novelas que suelen ser, quizá, que no siempre, superficiales, pero eso sí, muy entretenidas. Yo, que seré lector voraz y disperso, pero no pretensioso, las leo con gusto.

Después de 28 años y más de una treintena de novelas, continúo guardándole fidelidad a los libros de John Grisham (1955), abogado de formación, aficionado al beisbol, Bautista por religión, escritor de relatos judiciales que se venden como mascarillas en pandemia. Se dice , se menciona que Grisham ya superó la asombrosa cantidad de 300 millones de libros vendidos. ¡Joder!

“El manuscrito” no es un thriller judicial. No hay abogados ni jueces. El protagónico se lo lleva Bruce Cable, propietario de Bay Books, una librería ubicada en Camino Island, frente a la costa de Florida. Bruce, 47 años, legendario seductor de autoras solitarias en gira, con una solvente fortuna producto de la compra venta de libros antiguos, raros y curiosos, es ademas, un referente entre los libreros del país y adora a los escritores, a quienes les organiza exitosas presentaciones de sus libros en su librería.

Mercer Mann llega a la Isla en la recta final de una gira de promoción para su segunda novela. Vieja conocida de Bruce, asiste con su nuevo novio a la cena que le organiza el librero y a la que acuden un grupo de escritores, entre ellos, Nelson Kerr, quién fallecería la noche siguiente, en medio de los embates del huracán “Leo”

La policía local se encuentra desbordada por los efectos del huracán, y además no están convencidos de que la muerte sea producto de un asesinato. Bruce, vecino y amigo del fallecido, convencido en que se trata de un homicidio, se implica de más en la búsqueda del presunto asesino y termina involucrado en un fraude mayúsculo contra Medicare y otros organismos públicos de salud.

Entretenida, corta, de fácil lectura. Ideal para las circunstancias en que me encontraba, reconozco que me quedé con ganas de más literatura, de más bibliomanía y bibliofilia. ¡Te leo!
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