“Ex Libris Confesiones de una lectora”, de Ann Fadiman

Es difícil resistirse a un libro sobre libros. No importa el género: ya sean novelas; biografías y autobiografías de escritores, editores, agentes literarios; crónicas, ensayos, libros de fotografías, etc., lo que trate de los libros y su entorno, nos seducen irremediablemente porque va implícita en su lectura la promesa de descubrir más títulos, más autores, más sueños.

Y es que los lectores somos imaginativos y curiosos, muy curiosos. Siempre en la búsqueda de nuevos universos, de cosas desconocidas (ya existe un universo inagotable encerrado en la palabra cosas, escribe Arnoldo Kraus), también nos agrada conocer, nos divierte averiguar, las manías lectoras de otras personas.

Creo que esa es una de las razones de esta comunidad. Los lectores, como tú, como yo, entendemos el sentimiento de pertenecer a un grupo como este, donde nos reunimos un conjunto de personas con intereses e inquietudes comunes en torno a la lectura y los libros.

Nuestros ritos, rutinas y actividades lectoras pueden parecerles extrañas a quienes visualizan la pertenencia grupal con las salidas a cenar o a tomar la copa, o con las reuniones para ver un partido de futbol; actividades sociales como los clubes de lectura son parecidas, y cumplen con los mismos propósitos de una reunión para jugar cartas, por ejemplo, y sin embargo, algunos lo consideran singulares.

Dicho lo anterior, resultó natural que al descubrir “Ex Libris” en una mesa atestada de mi librería preferida, cargara con él, a pesar del precio (es importado de España). En descargo de “Ex Libris”, te comento que es un hermoso libro: la portada es muy atractiva, y la edición de Editorial Alfabeto está muy bien cuidada; vaya, es de los pocos libros nuevos que son cosidos, no pegados. Ah, e incluye el separador.

Anne Fadiman es profesora, editora, periodista y ensayista. Ha publicado reportajes en diversas revistas ( Harper´s, The New Yorker y The New York Times) y proviene de una familia estrechamente ligada con la literatura y los libros. Maestra galardonada con el Richard H. Brodhead Price for Teaching Excellence de la Universidad de Yale, es miembro de la Academia de las Artes y las Ciencias de los Estados Unidos.

Publicado en 1998, “Ex Libris Confesiones de una lectora” es un libro sobre libros, que lo lees de un gozoso tirón. Dividido en 18 capítulos, con una prosa simple y sencilla, Anne nos relata sus extravagancias, sus caprichos, sus excentricidades en algunos de los temas que cotidianamente rondan por nuestros pensamientos lectores y otros, que ni siquiera los hubiéramos imaginado.

Deliciosa la narración sobre la manera en que tras cinco años de matrimonio, durante los cuales permanecieron juntas pero separadas, en la misma casa, pero en diferentes libreros, ella y su marido decidieron fortalecer su relación marital a través de unir sus respectivas bibliotecas. Decisiones sobre los cómo ordenarlos -género, autor, idioma, etc.-; seleccionar los libreros; en caso de títulos repetidos, con cuál se quedarán, etc., fueron algunos de los retos que afrontaron poniendo en riesgo la estabilidad matrimonial.

Manías como la de andar husmeando y a la caza nuevas palabras; los libros del estante suelto, que son aquellos que no tienen nada que ver con el resto de la biblioteca; sobre la relación física que mantiene con sus libros, pues no considera el rayarlos, subrayarlos, doblarlos, como signos de mal trato, sino como señal de intimidad.

La lectura “in situ” le llama ella, a la afición por leer una novela en la ubicación donde transcurre (yo utilizo Google para hacer los recorridos narrados en una novela, aunque de manera virtual); la pedante manía de andarle corrigiendo la ortografía a cualquiera, y su pasión por la cacería de erratas en libros, revistas, periódicos y hasta en los menús de los restaurantes a los que acude.

La lectura en voz alta, los libros de segunda mano, la biblioteca de sus padres; también toca un tema que por mi edad, ya me inquieta, que es la que ocurrirá con mi biblioteca cuando muera. Yo pienso legarla a mis hijas, que aman los libros como yo, aunque estoy consciente de los deberes, de la carga que les heredo junto con ella.

En resumen: “Ex Libris Confesiones de una lectora” es un libro bien escrito, mejor editado, divertido, ingenioso, y muy informativo que se disfrutó deliciosamente durante un domingo -en mi caso- en primavera. ¡Te leo!
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