
Había leído varías de las novelas de Claudia Piñeiro, que ni fu ni fa, hasta que me topé con “Un comunista en calzoncillos”, que me encantó. Pero poco tiempo después, caí rendido a sus pies con la lectura de “Una suerte pequeña”, una novela que me dejó con lágrimas en los ojos, moqueando, completamente cautivado, profundamente conmovido, severamente confrontado conmigo mismo con la historia de Mary, alias Marilé, alias María.
Claudia Piñeiro (1960) es una autora argentina que ha alcanzado reconocimiento como novelista, guionista y dramaturga. También ha publicado cuentos y ha sido galardonada por sus novelas: Premio Clarín de Novela 2005 por “Las viudas de los jueves”, Premio LiBeraturpreis 2010 por “Elena sabe”, Premio Sor Juana Inés De la Cruz 2010por “Las grietas de Jara”; por su dramaturgia, con el Premio ACE 2007 a la mejor obra de autor nacional por “Un mismo árbol verde”; y por su obra en el género de novela negra con el Premio Pepe Carvalho de novela negra 2018, en su XIV edición, por ser un “referente ético y literario para las Letras de su país y fuera de él”.
Y parto del Pepe Carvalho para platicarte que “Catedrales” es una singular novela del género policiaco, que trata sobre la muerte de Ana, una joven adolescente de 17 años, cuyo cadáver fue encontrado mutilado y carbonizado 30 años atrás en un terreno baldío en Androgué, un municipio del área conurbada a Buenos Aires; homicidio sin resolver, crimen que cimbró y desmembró a la familia de la víctima, y cuya resolución vamos intuyendo en cada una de intervenciones narrativas de los familiares de Ana, de su amiga Marcela, y de Elmer, el criminalista contratado para ayudar a encontrar el culpable.
Y te comentaba que la magia de esta novela negra es que muy pronto despejé mis dudas sobre los porqué y el quién, pero continué leyendo, conmovido, explorando, analizando, y sí, juzgando las actitudes y actuaciones de los involucrados en el horrible hecho; porque más que encontrar al culpable y resolver el crimen, la novela de Claudia te obliga a reflexionar sobre temas más relevantes que el quién.
Un epígrafe de Bertolt Brecht que abre uno de los capítulos te puede ofrecer una clave para la lectura de “Catedrales”: “Detrás de los acontecimientos que nos comunican sospechamos otros hechos que no nos comunican. Son los verdaderos acontecimientos. Sólo si los supiéramos, comprenderíamos”.
“Catedrales” es una novela negra, valiente y cruda, que trata sobre la religión y el aborto; que narra una historia que nos acerca a una de las partes más oscuras, más negras de la religión Católica: la del fanatismo religioso; relato que te hace reflexionar sobre la familia, las lealtades, sus secretos, sus prejuicios, las diferencias entre sus miembros.
Contada a través de siete personajes, epílogo de Alfredo incluido; siete voces con su propio estilo narrativo, pero cuyo conjunto coral, evidencia la maestría con el lenguaje de Claudia Piñeiro.
“Catedrales” es la historia de una familia, los Serdá: tres hermanas, Carmen, Lía y Ana, divididas no sólo por la edad; Alfredo, el amoroso pero incompetente padre y Dolores, una madre difuminada, oscura, escurridiza en la narrativa, pero con peso y presencia en actitudes, pensamientos y comportamientos de su pequeño clan. Mateo, el nieto de Alfredo y Dolores, hijo de Carmen y Julián, otra víctima inocente del fanatismo religioso.
Novela con un alta carga emocional, que profundiza en la psicología de los personajes, cuya prosa fluye suavemente haciéndote olvidar la intriga para concentrarte en los temas torales: la familia, con sus diferencias, divisiones, justificaciones y secretos; la sociedad, con sus prejuicios, contradicciones y miserias; la religión, con sus hipócritas normas y las convenencieras concepciones sobre el arrepentimiento y el perdón.
Novela conmovedora y valiente; historia cruel llena de secretos y mentiras; relatos que tocan temas incómodos, y que pueden alterar las fibras sensibles de cierto tipo de lector. ¡Te leo!