“Arte”, de Yasmina Reza

El teatro, ¿se lee, se experimenta o ambos? Las pocas ocasiones que asistí a presenciar una obra teatral, fue más por motivos turísticos – en Nueva York y en la Ciudad de México- que por gusto, pasión o afición. Creo que el gusto por el arte dramático se adquiere igual que el de la lectura, es decir, viendo obras, escuchando y leyendo a los expertos, para que, con constancia, alcancemos un nivel solvente de conocimientos, herramientas y habilidades para comprenderlo y disfrutarlo.

Yasmina Reza (1959), francesa, inició su vida profesional como actriz en cine y teatro; su debut como dramaturga fue en 1987 con “Conversaciones tras un entierro”, y “Arte”, escrita en 1994, ha sido su obra más reconocida y representada en varios idiomas, incluyendo versiones en español. Ha publicado casi una decena de novelas que no he leído.

“Arte”, de Yasmina Reza es el primer libro que trata de una obra teatral que leo. E independientemente de que me gustó, me quedé con una respetable cantidad de dudas sobre el género, que forma parte de la literatura desde siglo V o VI, por ahí, y por lo que he leído, desde su origen se consideró como género literario para ser representado, más que para ser leído, aunque insisto, “Arte” lo disfruté.

Ya sea drama o comedia, en prosa o en verso, el arte teatral ocurre en un escenario, donde se combina el texto, con la actuación, escenografía, vestuario, iluminación, música, todos lo elementos integrados con el fin de brindar un espectáculo que divierta, entretenga, y eduque al público que asiste a las representaciones.

Dicen los expertos que un texto teatral se debe leer con imaginación escénica. Preguntando a una maestra de teatro, dramaturga además, me comentó que una obra de teatro se escribe pensando en el escenario, más que en un lector imaginario. Así como hay buenos lectores de poesía, de novela histórica, de policial, para ser un buen lector de teatro se tiene que trabajar en adquirir cierta sensibilidad, sentido e imaginación escénica, asistiendo y observando con cuidado todos los elementos que se nos presentan en el escenario: actores, vestuario, iluminación, interpretación, dirección.

En fin, buscando adquirir mayores destrezas lectoras, aproveché que tenía el libro, parte de la colección con que Anagrama conmemoró su 50 Aniversario, para leer la obra de Yasmina Reza, considerando que, siendo una obra corta -102 páginas-, que ocurre en un departamento austero y neutro; y con pocos personajes -tres grandes amigos: Sergio, Iván y Marcos- sería más accesible para un lector primerizo.

“Arte” trata sobre una discusión que pone en riesgo la amistad que existe entre los personajes; la controversia surge a partir de que Sergio adquiere, por una respetable suma de dinero, un cuadro de arte contemporáneo, completamente en blanco, pero eso sí, firmado por un artista con obra colgada en un prestigioso Museo.

Mirada cínica e irónica al mercado de arte contemporáneo, donde el “valor” de las obras son fijadas por un “mercado” que solo los muy involucrados en él dominan y manipulan; tres maneras de ser, de ver y vivir la vida, confrontadas frente a un cuadro de un metro sesenta por uno veinte, que los hace preguntarse desde el fondo de su corazón, exactamente qué es lo que los llevó a forjar la amistad, a ser amigos.

Diálogos sencillos, situaciones naturales, reflexiones profundas, preguntas delicadas e importantes. “Arte”, de Yasmina Reza transitó en mi cerebro entre el drama y la comedia; y supongo que, a diferencia de la poesía o la novela, donde somos nosotros, los lectores, quienes con nuestra imaginación, conocimiento, habilidades y talentos decidimos el significado de leído, en el teatro, será cada director quien elija qué, y desde que enfoque nos mostrara la obra. Claro, lo anterior es pura especulación mía; tengo mucho por aprender. ¡Te leo!
A %d blogueros les gusta esto: