
Se me dificulta mucho la lectura de la literatura de Jorge Luis Borges. Poco afecto a la fantasía y a la ciencia ficción, mediocre lector de poesía, leo sus cuentos más como actividad formativa, académica, con disciplina y concentración, intentando descifrar su magia, que por placer.
Pero mis penurias lectoras no interfieren en mi admiración por el escritor argentino. Por eso disfruto mucho leer sus ensayos, así como también a otros autores acerca de su obra, sus puntos de vista sobre la vida, la literatura y todos los temas que le interesaban.
A Mario Vargas Llosa lo leo desde la adolescencia. Tengo recuerdos imborrables y entrañables de cuando leí “La ciudad y los perros”, “Pantaleón y las visitadoras” y “La tía Julia y el escribidor”, las tres, antes de cumplir los veinte. También recuerdo haber leído en esos años los libros de cuentos de “Los jefes” y “Los cachorros”. Y desde entonces, hasta “Tiempos recios” lo he seguido y leído apasionadamente.
Vargas Llosa, al igual que Borges, es un excelso ensayista literario: “La orgía perpetua”, donde profundiza en la obra de Flaubert “Madame Bovary”; “La verdad de las mentiras”, una serie de reseñas y reflexiones sobre varias novelas”; su tesis doctoral, imposible de obtener, “García Márquez: historia de un deicidio”, un premonitorio y profundo ensayo sobre la obra del Nobel Colombiano, desde sus primeros cuentos hasta “Cien años de soledad” son textos valiosos y cautivadores.
Desconozco las razones editoriales que llevaron a Alfaguara a proponerle a Vargas Llosa la publicación de “Medio siglo con Borges”. Supongo que sus haters han de estar trinando por el atrevimiento de publicar en forma de libro una serie de textos que se consiguen fácilmente en Internet. Digo, pretextos les sobran para hacer patente su desacuerdo con las actividades políticas del peruano, sin que les importe expresarlos en foros literarios.
El título indica, y el autor menciona, que es una especie de celebración de los 50 años dedicados a la lectura de Borges. No sé que tan razonable sea el motivo, pero agradezco la publicación, consistente en una compilación de una decena de entrevistas, artículos y conferencias que ya habían aparecido por aquí y por acullá y que ahora las podemos leer o releer reunidas en un solo libro.
Se ha publicado tantos tomos con la obra de Borges, como acerca de ella, que pareciera abrumador seguir acumulando libros relativos al tema borgiano, cuantimás si son textos ya publicados, y algunos, como las entrevistas que presenta “Medio siglo con Borges”, ampliamente conocidos y comentados. Yo aprecié la lectura y la relectura, aprendiendo de ellas.
“Las ficciones de Borges”, quinto de los textos, escrito originalmente en 1987, donde Vargas homenajea sin ambages, amplia y sinceramente la trayectoria, la imaginación, la cultura, el talento de Borges, me pareció una joya, que que conmovió y a la vez me avergonzó por mis limitadas capacidades como lector, que siempre me han impedido deleitarme al máximo con Borges como lo hacen la enorme mayoría de sus lectores.
En los textos percibí admiración, curiosidad, un poco de rivalidad, una sana dosis de celos y envidia, pero de la buena. Dos entrevistas, la segunda de ella muy comentada por las referencias de Vargas Llosa a la sobriedad y modestia con que vive Jorge Luis Borges en Buenos Aires, y 8 textos más que giran desde la misma casa del escritor Argentino, hasta un libro de viajes escrito “como un hombre enamorado” -Vargas Llosa dixit- por Borges entre los 83 y 85, forman parte de este libro que se goza y se lee fácil.