“Bienvenida a casa”, de Lucia Berlin

Sería injusto si solo me concretara a comentarles que, leer “Bienvenida a casa” de Lucia Berlin, me dejó ligeramente decepcionado. Y sería inaceptable, porque las expectativas que tenía sobre este volumen eran una desmesura, provocada por sus dos libros anteriores: “Manual para mujeres de limpieza” y “Una noche en el paraíso”, publicados por Alfaguara en el 2016 y 2018, donde nos ofrecieron la compilación de sus resplandecientes cuentos.

“Manual para mujeres de limpieza” fue un verdadero fenómeno literario. No existió periódico, revista, programa radiofónico o televisivo que tratara sobre libros, que no hiciera mención de la irrupción de Lucía Berlin en el panorama. Un poco más de cuarenta, breves, pero deslumbrantes relatos, habían provocado un Tsunami, un fenómeno extraordinario, que liberó una enorme masa de energía que sacudió con fuerza el mundo de las letras.

Yo, como miles de lectores, sucumbí ante la fuerza nerviosa de su prosa y la singularidad de su cuentos, construidos, desde y con su propia experiencia vital; una serie de relatos cargados de vida, de franqueza, de verdad; llenos de pasión, dolor, alegría, que nos incitaba a leerlos, pero sin juzgar lo narrado; a descifrar razones, antes de las consecuencias de las sinrazones de las acciones de las mujeres de Lucia. Son, sin duda, relatos llenos de vida!

La lectura de “Manual para mujeres de limpieza” me conmovió. Mejor dicho, fue Lucia Berlin, su vida, lo que me estremeció. Mujer de un físico llamativo, casó tres veces, tuvo cuatro hijos, luchó contra el alcoholismo y falleció. Buena lectora, escribió desde muy joven, pero publicó tarde, y era poco conocida -por no decir una gran desconocida- hasta que en el 2016 el mundo anglosajón de las letras la sacó de las oscuridad, y lo demás, es historia.

Lucia Berlin (1936-2004) publicó setenta y seis relatos durante su vida. Una gran parte se publicó en la misma casa editorial que descubrió al viejo genio borracho Charles Bukowski, Black Sparrow Press, lo que nos confirma el buen ojo que tenía John Martin, el impulsor de genial poeta y novelista de origen alemán y vicios universales. Editorial de nicho durante muchos años, escondió de manera involuntaria, el talento de Lucia.

La segunda antología de sus relatos, “Una noche en el paraíso” se publicó dos años después, y aunque ya no provocó el fuerte oleaje que la primera -al eliminarse la sorpresa, se atenúan ciertos efectos-, no defraudó a nadie. La fuerza arrolladora de la escritura de Berlin se experimentaba plenamente. La obra continuaba en la misma ruta vital y palpábamos la unidad en calidad e intensidad de sus relatos.

En el mundo anglosajón, se tomó la decisión de publicar “Una noche en el paraíso” al mismo tiempo que “Bienvenida a casa”. Alfaguara decidió no tomar el mismo rumbo, y esperó un año en publicarla.

Prologada por su hijo Jeff, “Bienvenida a casa” es una recopilación de diversos apuntes autobiográficos de Lucia, e incluye parte de su correspondencia y fotografías, que nos brindan la oportunidad de asomarnos, y a la vez, profundizar un poco más en la vida que nos contó en forma de autoficción en los dos primeros tomos, y contrastarla con la que nos cuenta en este tercero, en la que no nos encontramos ficción, y sí con la Lucia en carne y hueso que vislumbrábamos en sus deslumbrantes relatos.

No quiero que malinterpreten esta nota, “Bienvenida a casa” es parte fundamental de la obra de Lucía Berlin. Pero quiero recomendar ampliamente que si van a leer a Berlin, busquen antes que nada cualquiera -o los dos- de sus primeros libros. Forman un todo, aunque no es necesario e indispensable leerlos en orden. Decidan lo que resuelvan, no dejen de leerla.
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