Muchos políticos andan a tientas cuando de hacer política en internet se trata. La mayoría desconoce su verdadero potencial y son auténticos neófitos en cuanto a conocer y dominar todas sus herramientas. Saben, intuyen – animales políticos al fin – que algo está sucediendo ahí. Lo escuchan, se los comentan, les proponen y sin saber a bien de que se trata, se lanzan. Vamos, que somos políticos modernos, habrán de pensar, así que pa´delante, a darme de alta en Hi5 que al fin y al cabo no me cuesta nada.
Un ejemplo de ello se ve claramente en la mayoría de los sitios de los políticos en las redes sociales como facebook. Muchos se han volcado a abrir sus sitios sin tener cierto su potencial político electoral, por lo que se notan desubicados, sin saber a ciencia cierta que parte de su vida mostrar, sin dominar las reglas de etiqueta que también existen, haciéndose ver algo artificiales, pero eso sí, muy voluntariosos.
Igual sucede cuando uno se da una vuelta por sus sitios Web, subidos a la Red más que nada porque saben que deben ser omnipresentes, que en la política los espacios vacíos se llenan inmediatamente. Sitios pletóricos de retórica, llenos de discursos en PDF y con muchas fotos y vídeos que muestran su paso por el mundo. Pero desconectados de las personas a quienes quieren atraer, a quienes deben seducir, a quienes deben convencer.
Los políticos deben entender que cada medio tiene sus propias reglas. Así como en la política a ras de tierra, cada segmento de la población requiere un discurso particular, así en la Red, éstos se deben adecuar para que cumplan con su cometido. Es difícil, complicado, sobre todo en tiempos de campaña, donde el candidato está obligado a ofrecer a cada audiencia un mensaje ajustado a sus anhelos, deseos, necesidades e inmediatamente está obligado a subirlo a la Red.
Y cuando hay tantos mensajes, muchos pecando de lugares comunes, de las mismas frases, de las mismas historias, y se ven juntos en la Red, parecen falsos, poco creíbles. Y en Internet, los navegadores gozan desenmascarando personajes, resaltando sus errores, disfrutando de sus fallas. Por eso, la estrategia de comunicación es clave y los nuevos tiempos requieren de candidatos multimedios, que entiendan lo que se debe matizar o destacar dependiendo del medio utilizado, pero comprendiendo que cuando se suba a la Red, los resultados pudieran no ser los mismos.
Por eso insisto cada oportunidad que se me presenta de enfatizar que en los sitios de campaña, la gente, los electores deben de encontrar aquello que no ven en la TV, que no escuchan en la radio, que no leen en la prensa. Sí, obvio, mucho de ese material se debe de subir, al cuidado de un buen editor que entienda las diferencias entre los medios. Pero el sitio de un candidato debe de reflejar su verdadero carácter, debe profundizar en sus propuestas, debe de persuadir, acercar, intimar con sus simpatizantes, pero eso sí, sin banalizar su discurso político, ¿ no cree usted ?
Y por favor señores, escribo a diario, lean los demás post..
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Andrés: a mis clientes les comento que son ellos los primeros que deben cambiar para lograr que los ciudadanos participen en sus sitios. Cada punto de contacto que ellos/ellas tengan con cualquier audiencia, no importa su tamaño – desde uno hasta n mil ciudadanos- representa una oportunidad para que los inviten a participar en el sitio, garantizándoles la seguridad de que serán escuchados, involucrados, informados a través de él. Eso es lo que falta. Que los candidatos se la crean.
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