Oro, oro, oro….. así grita y grita un tal Charles en un anuncio televisivo donde muestra sus manos llenas de anillos y pulseras fabricadas supuestamente con el metal áureo para promocionar a una joyería y la misma frase retumbaba en el cerebro de una gran parte de los mexicanos, que andábamos locos de contento con un cargamento de hasta hoy dos medallas, pero eso sí, una de Oro, oro, oro. Pura fiesta durante el día, muchos de nosotros preparándonos para seguirla en la noche, cuando la selección mexicana de fútbol iniciaría la nueva era del sueco con apellido de celular enfrentándose a Honduras. El Dos-Uno, bastante sufrido, con una selección acusando los efectos de la escasa conjunción, nos volvió a ubicar en nuestra realidad, de que somos un país pambolero a morir, pues era de risa ver el Azteca lleno de mexicas al grito de guerra, aullando el nombre del más gañan de nuestros gañanes jugadores, ídolo de barro chafo de las masas. La neta que me chocó el momento, la situación, porque marca un fuerte contraste con la idolatría o el fanatismo que despiertan los verdaderos deportistas, como Guillermo Pérez, Lorena Ochoa, Daniel Baustista y muchos otros más, que ni en sueños se vieron ante cien mil mexicanos gritando, aullando su nombre. Cosas del tercer mundo y de la naquencia, para que es más que la verdad.
Pero hablemos de política que para eso estamos. Hoy, después de muchos dislates, se llevará a cabo una reunión más de la famosa agrupación de gobernadores mexicanos, pero con la diferencia de que existe la posibilidad de que se reúnan en un mismo sitio el Presidente Calderón y el delfín de Andrés Manuel, el mero mero patatero de la Capital de la República Marcelo Ebrad. La verdad que eso es anecdótico, pero ya ven, las formas y los fondos de nuestra manera de hacer política se nutren de momentos y sucesos como este. Yo no sé si a alguien le importa de verdad este hecho, pero lo que sí sé es que a todos nos interesa que de la reunión salga un compromiso verdadero de todos los involucrados para dejarse de grillas y se concentren en encontrar la manera de que la seguridad regrese a nuestro País.Ya estamos hasta la madre de la impunidad con que cualquier chango nos asalta, nos secuestra, nos mata, nos defrauda, nos golpea, nos chinga la vida pues. Ojalá salga algo más que fotos, discursos y anécdotas de la reunión.
Y hablando de MKT por Internet me pregunta un ciber lector – ja, ja, ja – que cómo se inicia el tan multicitado marketing político por Internet, y pues le contesto : con un buen sitio en Ia Red. Sin eso, ni para que le seguimos, pues si no nos ven, si no nos encuentran, si no les ofrecemos algo que les interese, si no les permitimos interactuar con nosotros, conocernos y conocerlos, de una manera fácil y segura, estamos fritos y no lograremos que voten por nuestro candidato ni nuestras familias.Un buen sitio debe de ofrecer información sobre nosotros, nuestros programas, nuestras ideas de cómo resolver los deseos y las aspiraciones de nuestros simpatizantes y electores, pero también debe permitirles a ellos acercarse a nosotros, involucrarse en nuestra campaña, interactuar con otros simpatizantes, sentirse participes y actores principales de la campaña política. Insisto, vayan al sitio de Obama y verán que buena plataforma construyó. Nada de sitios baratos, de esos que se promueven a menos de 200 dólares. Sólido, bien diseñado, seguro, lleno de invitaciones a participar de mil maneras, con información relevante sobre cada minuto de la campaña, con ligas a sus redes sociales, con más ligas a medios de comunicación que hablan de él y sus actos, es un buen ejemplo para todos.
Yo la verdad lo tomo como modelo, y así, con sus variantes les propongo diseñarles y construirles a mis clientes. Pero también hay que administrarlo, y para eso, se necesita una plataforma que facilite a sus administradores el mantenerlo actualizado minuto a minuto, sin broncas, de manera sencilla, que el trabajo en tiempos de campaña no permite distracciones ni desviaciones, porque las elecciones a veces, se pierden por una simple omisión. Así que ya lo saben mis queridos pre candidatos con rumbo al 2009: un buen sitio es la base, y si lo quieren, para eso estamos, para diseñárselos, construírselos y administrárselos, si señor. Y ahí les dejo al gran Memo, para curarnos la cruda moral que nos provocó la actuación de los aficionados reunidos en el Azteca.