
El subtítulo “Cómo mi familia creó al hombre más peligroso del mundo” ya era suficientemente mamón como para invitarme a pasar a otra sección de la librería, pero mi debilidad ganó, el librito se sumó a los demás, y para mi vergüenza, apenas llegando a casa, me puse a leerlo. El diccionario dice que el morbo es -entre otras definiciones- una tendencia obsesiva hacia algo insano; en los Trump, casi todo lo es.
Mary L. Trump, hija de Freddie, primogénito de su abuelo Fred Trump, el patriarca, y sobrina de Donald, el hermano menor de Freddy, elabora, bajo el amparo de un Doctorado en estudios psicológicos avanzados, grado otorgado por un Instituto californiano – al observar sus fotos en Google, ves una escuela más “patito”, que el propio Pato Donald- un pretensioso, sesgado y vengativo análisis “Psicológico” de su abuelo y de su tío.
Mary ajusta cuentas con su gran pa, a quién señala por la muerte prematura de su padre, Freddy, un pobre niño rico, que igualmente intentó justificar sus carencias emocionales, sus debilidades físicas, sus incapacidades laborales, su falta de voluntad, su alcoholismo, culpando a su papá.
Primera y segunda parte, ocho capítulos, 140 páginas utiliza Mary para contarnos la historia de su padre, de su relación con su difícil y autoritario abuelo; de las enfermedades de su abuela, del matrimonio de sus padres, su divorcio, los frecuentes fracasos laborales y empresariales de su pobre papito, hasta que éste fallece afectado por un ataque al corazón a los 42 años de edad. Poco relata sobre su tío Donald, salvó que se convirtió en el consentido y brazo derecho de su padre, que le perdonaba todo.
Ya en el noveno capítulo parece concentrarse en la fraudulenta carrera empresarial de Donald Trump sin aportar gran cosa a lo que ya conocíamos desde los 90´s: Mi abuelo “sabia desde el principio a qué juegos jugaba Donald, porque le había enseñado cómo jugarlos. Trabajar con los árbitros, mentir, hacer y trampas… El juego más efectivo para ambos, padre e hijo, era el timo”. “En la mente de Donald, él ha logrado todo por sus propios méritos, aún haciendo trampas”.
Me sorprendería enterarme que alguna lectora o lector despistado llegó hasta aquí. Se los agradezco de corazón. Han de ser lectores voraces, que como yo, no discriminan ni las letras pequeñas de la caja de cereal del desayuno. Muchas gracias, ya mero termino este aburrido texto sobre el libro de la sobrina del hombre más peligroso del mundo.
El libro culmina con la narración de la batalla legal que emprendieron la autora y su hermano para impugnar el testamento de su abuelo Fred, que los dejó fuera de la parte que supuestamente le correspondía a su padre Freddy, muerto 18 años antes. Separados de la familia a causa del pleito, lanza sus dardos intentando dañar la carrera política de su tío. Ojalá lo logre.
Lo único que espero después de leer “Siempre demasiado y nunca suficiente”, es que logre convencer cuando menos a uno de los estadounidense que lo haya leído, de que es imprescindible votar en contra de la reelección de Trump. El libro por demás, creanme, es prescindible para ustedes. Tienen mucho mejores lecturas por delante.