¿Qué buscaba la Secretaría de Marina al permitir circular la fotografía del cadáver del narcotraficante Arturo Beltrán Leyva cubierto de billetes y de otros objetos? ¿Cuál era el supuesto mensaje que se deseaba transmitir? ¿Quién o quiénes eran los destinatarios? La verdad es que es inexplicable y mancha un operativo considerado tan exitoso, que hasta el Presidente Calderón lo aprovechó para ganar reflectores en Copenhage, donde asistía a una cumbre mundial sobre asuntos climáticos.
Hoy en Tweeter el tema fue muy discutido. Era conveniente que la Marina demostrara fehacientemente a la siempre sospechosista opinión pública la muerte de Beltrán Leyva, pero para eso bastaba quizá con la fotografía del cadáver desde la morgue, no las que presentaron, en pleno campo de batalla, con pantalones a media nalga, sangrante, desmadejado. La verdad ese lamentable error, manchó el operativo y puso a sus participantes al mismo nivel que los narcotraficantes.