4-. La fuerza área es el glamour, el ejercito de tierra, son los conquistadores.
No hay manera que un general rinda buenas cuentas si no posee o controla a la infantería. Las guerras electorales se ganan con los ejércitos de a pie, aquellos promotores del voto, representantes de casilla, líderes vecinales, jueces auxiliares, que son los que se comprometen con el candidato a llevar a votar a sus allegados, a sus seguidores, a los militantes. Abel perdió el mando sobre el ejercito electoral del PRI, el mismo día que decidió olvidarse de la candidatura al Gobierno del Estado, para aceptar la de la alcaldía por Monterrey.
La que conocemos como estructura territorial, es la que moviliza, y es la infantería pesada -porque pesa – de cualquier campaña electoral. Ya lo decía el General Karl von Clausewitz : “el mayor número de tropas debe entrar en acción el día decisivo”. El día de la elección, todo el ejercito electoral de cada partido debe de salir a la calle a movilizar y votar. “Dios favorece a la tropa más grande”, comentaba en su clásico libro sobre el arte de la guerra. Y el 5 de Julio, el ejercito electoral estaba al mando de otros Generales, no de Abel Guerra, y permítanme decirle que viceversa: tampoco en manos de Fernando Elizondo. Rodrigo y Larrazabal estaban al mando de los ejércitos del PRI y del PAN respectivamente, por eso ganaron.
Como siempre, mal valorado
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Ya escribiremos sobre el triunfo del PVEM
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