A una semana del 5 de julio, y ante el embate, que no debate, de algunos mexicanos que llaman a anular su voto en aras de un supuesto rechazo a los partidos políticos y sus candidatos, me gustaría hacer copia y pegar de un artículo que publicó el día de hoy El Norte en su sección vida. Los invito a leerlo y a reflexionar sobre las razones que tenemos para ir a votar.
A una semana de las elecciones que decidirán nuevo Gobernador, nuevos Alcaldes y nuevos representantes en los Congresos estatal y federal de Nuevo León, expertos en política y leyes electorales te dan 10 poderosas razones para votar este 5 de julio.
Los especialistas son Freddy Maríñez, profesor e investigador titular del EGAP; Eduardo Guerra, presidente de la Comisión Estatal Electoral; y Jesús Cantú, director de la Maestría en Análisis Político y Medios de Información del EGAP. Éste es el decálogo democrático:
I. La democracia es un derecho
Acudir libremente a las urnas es un derecho que como ciudadano mexicano se tiene para poder elegir la propuesta política que más convenga a las creencias o necesidades de la persona.
Existen otros países en donde no se puede elegir a las autoridades. Aunque es poco probable que se deje de tener ese derecho, mientras más apatía muestre la sociedad, menos atención se pondrá a sus demandas.
II. Cuando votas participas en la representación cívica
«Si no votaste, no te quejes». Aunque en México no se sanciona por no votar y la gente puede elegir hacerlo o no, cuando un ciudadano no acude a las urnas a votar no tiene el fundamento cívico para reclamar a los gobernantes que no están haciendo bien su trabajo.
Si quieres ser parte de la democracia y tener el poder de exigir a las autoridades que cumplan sus promesas, se debe sufragar.
III. Votar es una herramienta ciudadana
Cuando una persona vota, su voz se escucha porque participa para elegir a los nuevos gobernantes, que a su vez serán los encargados de crear nuevas políticas públicas para mejorar aspectos en la sociedad.
El voto es la principal herramienta ciudadana para participar y decidir sobre ellas y el funcionamiento que éstas tengan.
IV. Si votas premias o castigas
El voto es el medio para manifestar la aprobación o desaprobación de los gobernantes, los partidos políticos y las políticas públicas.
Al ejercer el derecho del voto, los ciudadanos tienen el derecho a pedir que se rindan cuentas electorales, es decir, a evaluar a los partidos políticos y al gobierno que se eligió.
Cuando no hay una completa satisfacción se puede castigar dando el voto a otro partido y, en caso contrario, se reafirma el voto como un premio.
V. Si no votas, las demandas ciudadanas no se cumplirán
Para que ideas como las «candidaturas ciudadanas» lleguen a hacerse realidad, debes apoyar con tu voto a aquellos candidatos que la ofrecen, de lo contrario, será un ciclo de los mismos políticos que no toman en cuenta la voz ciudadana.
Aunque el acto de votar en blanco o abstenerse también representa el pensamiento de la ciudadanía, lo más conveniente es «alzar la voz» acudiendo a las urnas y sufragar por opciones diferentes.
VI. Hay que votar: Es una obligación ciudadana
Así como ejercer el voto es un derecho constitucional, también es una obligación ciudadana (mas no legal), de que todos aquellos que tengan credencial de elector acudan a elegir su mejor opción a los urnas.
En el caso de las elecciones del 5 de julio en Nuevo León es importante que los ciudadanos voten porque se eligirán Gobernador, Alcaldes y Diputados locales y federales.
VII. Un voto puede hacer la diferencia
Si no votas, se puede llegar a una crisis de representación, es decir, al no existir una mayoría en las urnas, los gobernantes son electos con mayorías no representativas y es cuando se pone en duda su legitimidad
Es importante que el mayor número de votantes acudan a las urnas para que el ganador realmente gane por mayoría, como lo exige una democracia.
VIII. Votar es una satisfacción personal
Al ir a la urna y depositar una boleta cruzada, por el partido político que sea, debe quedar en la persona una satisfacción personal de haber cumplido con su deber como ciudadano.
Además, también es una satisfacción, en caso de que gane el candidato de tu elección, pues sabrás que tu voto fue importante.
IX. Si votas das buen ejemplo cívico
Cuando un adulto llega a la casilla a ejercer su sufragio y va acompañado de su familia, está educando cívicamente a sus hijos con el ejemplo.
Con esta acción es muy probable que cuando éstos puedan votar lo harán y cumplirán con su obligación ciudadana.
Es necesario que las nuevas generaciones se motiven para que participen en las decisiones y no se sumen a la apatía de no votar.
X. Si no se vota, se da un ‘sí’ a la antipolítica
Una razón para no votar es decir «nada sirve», «no me meto en política» o «no creo en los políticos». Con ello, la política resulta afectada negativamente en su respetabilidad y credibilidad.
Es entonces cuando aparece un movimiento antipolítico, de donde surgen gobernantes no-políticos, pero casi siempre populares para algunos sectores, como actores, cantantes, deportistas y escritores… muchos de los cuales con el tiempo se vuelven políticos.