Madero y Larrazabal quisieron, y lograron, meter a un chingo de simpatizantes al PAN, que atraídos por promesas de chamba y transas le entraron al Partido para apoyarlos en sus procesos internos, y ¿saben qué?: se fregaron. Maderito y Larrazabal Sí, insistieron en procesos donde pudieran demostrar su fuerza para captar votantes y se chingaron. Todo por unos pinches votos que no contaron.