Madero y Larrazabal quisieron, y lograron, meter a un chingo de simpatizantes al PAN, que atraídos por promesas de chamba y transas le entraron al Partido para apoyarlos en sus procesos internos, y ¿saben qué?: se fregaron. Maderito y Larrazabal Sí, insistieron en procesos donde pudieran demostrar su fuerza para captar votantes y se chingaron. Todo por unos pinches votos que no contaron.
Publicado por Humberto Vela
Nací en Monterrey, N.L. México, en marzo de 1957. He trabajado desde 1982 en la industria de las tecnologías para la información, así que hoy inicio la aventura de escribir de nuevo. Ver todas las entradas de Humberto Vela