Ayer inició y terminó el proceso de registro para los priístas que aspiraban a competir por la candidatura para el Gobierno del Estado de Nuevo León. Como ya era público y notorio desde principios de la tarde, solo acudió a registrarse Rodrigo Medina, pues alrededor de mediodía, en conferencia de prensa la Presidenta del CEN del PRI anunció la candidatura de Rodrigo para el Gobierno del Estado, y la de Abel Guerra para la de Monterrey.
Así culminó el largo proceso de negociación que emprendió Natividad González Paras, que ofreció una cátedra de sapiencia política y logró lo que pretendía desde hace ya más de 15 meses: la postulación de su joven secretario de gobierno, que llega a la candidatura con muchos asegunes, pero también con muchas credenciales. Rodrigo tiene muchos factores que bien manejados, lo ayudarían a remontar la diferencia en las encuestas, que hoy por hoy, lucen enorme, como lo muestra la que publica hoy mismo elnorte.com, que le da a Fernando Elizondo 30 puntos de ventaja sobre Medina.
Fuerte responsabilidad la que asumió González Paras. Si no logra sacar adelante la candidatura del PRI, el priismo o un enorme sector de ese partido se le va a ir encima con todo, pues uno de los comentarios que se escuchan constantes es que quería a Medina por débil, pues su verdadero candidato ha sido desde el principio Fernando Elizondo.
Yo nunca he creído que esas fueran las razones de Nati para encapricharse como lo hizo para sacar adelante a Rodrigo. Igualmente sostengo lo que aquí ya he comentado: que Rodrigo puede crecer mucho en estos meses por venir. Sigo pensando que una pre campaña compitiendo contra otros compañeros le hubiera ayudado para este fin. Pero dadas las circunstancias como se dieron va a necesitar todo el apoyo que le brinde Nati y su aparato político, entiéndase con esto lo que se quiera entender.
En cuanto a Abel, va de nuevo por Monterrey. Es un candidato espléndido y se espera que haya obtenido un beneficio en la negociación. Retirarse después de tanta inversión, aguantar los reclamos y la decepción de sus seguidores debe ser bien recompensado, ¿no cree usted?
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en cuánto a la recompensa para abel, uno espera que no sea una recompensa para tener un control en la zona que ultimadamente sea para apoyarse a sí mismo en negocios personales, que me imagino es lo que buscan tanto él y Larrazabal como consolación. Pero pues son puras especulaciones, que si bien basadas en fama que tal vez ellos mismos se han ganado, siguen siendo especulaciones.
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