Todo parecía indicar que el pasado 29 de diciembre, Héctor Morales Rivera, Presidente del Comité Directivo Estatal del PRI daría a conocer la convocatoria para la elección del candidato al gobierno del Estado que representará a ese partido en las próximas elecciones del 5 de julio, pero todo mundo se quedó esperando, y también, obvio, especulando las razones del supuesto retraso de la publicación de la convocatoria.
Podrán existir n mil razones para el retraso, pero cualesquiera que éstas sean, ha provocado demasiada tensión entre los aspirantes a la candidatura y sus equipos de trabajo, y los que rondan por las oficinas de éstos, perciben que el resentimiento contra el Gobernador González Paras va en aumento, pues especulan que el retraso se debe, a que Naty no encuentra el cómo asegurar la victoria de su delfín, Rodrigo Medina en las elecciones internas de su partido y por tanto el diseño adecuado de la convocatoria para que esta anhelada victoria de dé tal y como él quiere.
Aquí hemos insistido en que Rodrigo no merece encabezar la candidatura de su Partido por una imposición, porque no lo ayudará en nada para sacar adelante su campaña, y sí le complicará el manejo de los diferentes grupos e intereses que siempre convergen al interior de su partido. El precio que Medina – en caso de ganar en unas elecciones diseñada a su medida- deberá pagar en candidaturas y puestos en su Gobierno crece directamente proporcional al encaprichamiento del Gobernador por imponerlo bajo sus condiciones. A Rodrigo no le conviene un PRI dividido lleno de políticos resentidos que buscarán meterle zancadilla en cada oportunidad que tengan.
Abel Guerra, Marcela Guerra, Eloy Cantú Segovia o Cristina Diaz tienen tantos, o más merecimientos que Medina para representar al PRI en las elecciones de julio. Son políticos con experiencia, oficio, vocación y aspiración. Es justo además, que aspiren a participar en una contienda abierta, trasparente y justa, donde todos inicien con las mismas probabilidades de triunfar, y que sean los priistas y los ciudadanos que deseen participar, los que evalúen con su voto a quien tenga mayores merecimientos para representar al PRI.