Cualquier plan de marketing político por Internet fracasará si no está sustentado en un buen sitio Web. El sitio, para efectos de la campaña, se – debiera – convierte en el cuartel de guerra, en donde se concentran una serie de actividades que son trascendentales para la operación de la propia campaña, por lo que no se vale andar pichicateando centavos cuando de construir un sitio robusto y pletórico de funcionalidades se trata.
Sabemos que existe la percepción de que cualquiera diseña, construye, administra y hospeda un sitio Web. Vaya, hay servicios gratuitos – como el que me permite estar con ustedes en este Blog – pero eso no significa que éstos – los gratuitos – vayan a funcionar como debieran en las refriegas electorales, que eso es lo que es una campaña: una serie interminable de refriegas que ocurren en diversos frentes, con diferentes actores pero de cuyos resultados dependen el número de votos conseguidos al final de la contienda. En una campaña electoral NO se debe conceder ventaja alguna. Debemos armarnos con lo mejor, lo más poderoso, lo más fuerte, lo más seguro.
Un sitio Web de campaña electoral debe persuadir, acercar, organizar, movilizar, informar, difundir, recaudar y hasta cautivar a todos: voluntarios, simpatizantes, ciudadanos, electores.
El sitio Web es el cuarto de guerra de la campaña, dónde todos los simpatizantes, voluntarios, y miembros del equipo convergen para compartir información, agendas, temas, análisis, propuestas, replicas, y todo aquello que ocurre minuto a minuto en la campaña y que tienen efecto sobre sus resultados. Comunicación al instante es fundamental para que todo funcione como relojito.
Igualmente, en el sitio Web se concentran todas las agendas del candidato: por tema, por regiones, por colonias y a ellas acuden o debieran acudir todos para estar enterados de dónde estuvo, a dónde ira, que dijo y que dirá el candidato en cada evento que nutre la agenda del día. Y ni que decir del indispensable cuarto de prensa, que permanentemente debe ser actualizado con todas las noticias generadas por la campaña y nutrir de información valiosa a los periodistas interesados por lo que ocurre en la campaña.
El sitio también es una plataforma de dialogo con todos los ciudadanos que pueden – y deben ser motivados a – acudir a él para hacerle saber al candidato sus inquietudes, deseos, reclamos, insatisfacciones, propuestas. El sitio debe ofrecer múltiples maneras de que el ciudadano pueda conectarse con el equipo y su líder (encuestas, correo, blog, foro de discusión, chat ) para que se sienta participe en la campaña y cercano al candidato.
Concluyendo esta corta participación, cualquier estrategia de marketing político por Internet debe de sustentarse en un excelente Sitio Web, ¿ o usted piensa de otra manera ?