
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), fundada en 1945 tras la catástrofe de la Segunda Guerra Mundial, fue concebida como el principal garante de la paz internacional, de la cooperación entre Estados y de la defensa de los derechos humanos. Sin embargo, desde su nacimiento la ONU ha estado marcada por tensiones estructurales derivadas de la pugna entre potencias, en particular durante la Guerra Fría, cuando los Estados Unidos y la Unión Soviética utilizaron el Consejo de Seguridad como escenario de confrontación indirecta.
Hoy, en pleno siglo XXI, la ONU sigue siendo un referente simbólico del multilateralismo, pero enfrenta una profunda crisis de credibilidad. La invasión rusa a Ucrania, el conflicto Israel–Palestina y las recientes críticas de líderes como Donald Trump ponen de relieve sus limitaciones. Este breve trabajo busca analizar la trayectoria de la ONU desde la Guerra Fría hasta los desafíos actuales, preguntándose si la institución sigue siendo vigente o si se encuentra atrapada en una crisis estructural de difícil salida.
La ONU en la Guerra Fría
La Guerra Fría representó la primera gran prueba para la ONU. Como señala Eric Hobsbawm (1995), la confrontación entre los bloques capitalista y socialista convirtió a la organización en un espacio de diplomacia retórica más que en un órgano de resolución efectiva de conflictos. El Consejo de Seguridad quedó paralizado por el uso recurrente del veto, especialmente por parte de Estados Unidos y la Unión Soviética, lo que limitó la aplicación del sistema de seguridad colectiva previsto en la Carta de San Francisco.
No obstante, la ONU tuvo momentos destacados. La Guerra de Corea (1950–1953) fue el primer escenario en que autorizó una acción militar multinacional, aunque ello solo fue posible por la ausencia temporal de la URSS en el Consejo de Seguridad (Kennedy, 1987). En Medio Oriente, aprobó el plan de partición de Palestina en 1947 y estableció las primeras fuerzas de paz, aunque sus resoluciones fueron ignoradas por los actores en conflicto.
En América Latina, la ONU funcionó como mediadora en algunas tensiones regionales, aunque casi siempre subordinada a los intereses estratégicos de Estados Unidos. Como recuerdan Parra y Urrego (2003), el sistema capitalista promovido desde Washington encontraba en la guerra y en la intervención un instrumento de expansión. En este contexto, la ONU operaba más como caja de resonancia de la Guerra Fría que como árbitro neutral.
La ONU tras la Guerra Fría
Con la disolución de la URSS en 1991, se pensó que la ONU podría por fin cumplir el papel que se le había asignado al momento de su creación. En los años noventa se desplegaron importantes operaciones de mantenimiento de paz en los Balcanes, Somalia y Ruanda. Sin embargo, como señala Noam Chomsky (1999), estas intervenciones mostraron los límites del multilateralismo: la ONU actuaba con eficacia selectiva: era fuerte en contextos donde había consenso de las potencias, pero débil cuando los intereses estratégicos entraban en juego.
La masacre de Srebrenica (1995), ocurrida bajo la supervisión de cascos azules, y el fracaso en Ruanda para evitar el genocidio de 1994, revelaron deficiencias estructurales. La organización carecía de medios propios y dependía de los Estados para desplegar tropas, lo que limitaba su capacidad de reacción.
Pese a estas debilidades, la ONU logró avances significativos en el ámbito normativo: el establecimiento del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia y para Ruanda, y posteriormente la creación de la Corte Penal Internacional, consolidaron su papel como promotora del derecho internacional.
Un desafío actual: Israel–Palestina
Escalada bélica y víctimas
El conflicto Israel–Palestina, abierto desde 1948, alcanzó un punto crítico a partir del ataque sorpresa de Hamás el 7 de octubre de 2023. Israel respondió con una ofensiva masiva en Gaza, incluyendo bombardeos aéreos y operaciones terrestres. Según El País (2025), solo en septiembre de ese año más de 51 civiles murieron en un solo día de ataques israelíes, y el número total de víctimas palestinas superaba las 65,000.
Organizaciones internacionales han advertido de una catástrofe humanitaria sin precedentes. De acuerdo con Financial Times (2025), cerca del 78 % de los edificios de Gaza están destruidos o inutilizados, y amplias zonas agrícolas quedaron devastadas. Médicos Sin Fronteras y la ONU denunciaron ataques incluso contra convoyes humanitarios, en flagrante violación del derecho internacional.
Crisis humanitaria y desplazamiento
El intenso asedio ha provocado desplazamientos masivos y la destrucción de la infraestructura básica. El País (2025) reportó la muerte de más de 200 periodistas en Gaza desde 2023, lo que dificulta documentar con precisión el alcance de la tragedia. Además, convoyes de ayuda humanitaria han sido atacados, como ocurrió en Rafah en marzo de 2025, donde murieron 15 personas, incluidos trabajadores de la ONU.
Estancamiento diplomático
La Asamblea General de la ONU ha aprobado resoluciones condenando las ofensivas, pero carecen de fuerza vinculante. El Consejo de Seguridad no ha podido aprobar sanciones debido al veto de Estados Unidos, principal aliado estratégico de Israel. En octubre de 2025, Donald Trump pidió un alto al fuego condicionado al intercambio de rehenes (El País, 2025), pero sus declaraciones no se tradujeron en presiones reales sobre el gobierno israelí.
Mientras tanto, Hamás ha condicionado la liberación de rehenes a la aceptación de un plan de paz con supervisión internacional, lo que muestra que la diplomacia sigue atada a vetos y desconfianzas cruzadas.
Propuestas de alto al fuego y reconstrucción
El acuerdo de alto al fuego de enero de 2025 generó esperanzas, pero su incumplimiento reiterado lo volvió ineficaz. Una flotilla humanitaria internacional, “Global Sumud”, denunció hostigamiento de buques israelíes en alta mar, lo que abrió un nuevo frente de tensión diplomática.
La ONU y la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA, por sus siglas en inglés) continúan trabajando en condiciones extremas, pero sin capacidad real para detener la violencia. Esto evidencia que las limitaciones estructurales del organismo, como el poder de veto y la dependencia de los Estados, siguen vigentes desde la Guerra Fría.
Críticas recientes y el debate sobre su vigencia
En septiembre de 2025, Donald Trump afirmó ante la Asamblea General de la ONU que la organización estaba llena de “palabras vacías” e incapaz de resolver conflictos (BBC Mundo, 2025). Aunque matizó que Estados Unidos no abandonaría la institución, su discurso refleja un desencanto extendido.
La crítica no proviene solo de líderes políticos: académicos y analistas han señalado que la ONU se ha quedado atrapada en un diseño institucional obsoleto, incapaz de responder a conflictos asimétricos y guerras híbridas. Los desafíos globales como el cambio climático, las pandemias y las migraciones masivas requieren una cooperación multilateral efectiva, pero el sistema de veto frena cualquier avance significativo.
Conclusión
La ONU nació como una promesa de paz y cooperación tras la Segunda Guerra Mundial, pero su historia ha estado marcada por tensiones estructurales. Durante la Guerra Fría, fue un escenario de confrontación indirecta; en la posguerra fría, mostró eficacia selectiva; y en los conflictos actuales de Ucrania e Israel–Palestina, enfrenta una crisis de credibilidad.
Pese a sus limitaciones, la ONU sigue siendo la única institución con legitimidad universal para coordinar esfuerzos de paz. Más que declararla obsoleta, el reto consiste en reformar sus estructuras (en particular el poder de veto) y fortalecer su capacidad para actuar en crisis humanitarias. La vigencia de la ONU dependerá de su habilidad para adaptarse a los desafíos del siglo XXI y superar las inercias heredadas de la Guerra Fría.
Referencias
* BBC News Mundo. (2025, septiembre 23). “El incendiario discurso de Trump ante la Asamblea General de Naciones Unidas”. BBC. [https://www.bbc.com/mundo/articles/c4g7pgdv522o](https://www.bbc.com/mundo/articles/c4g7pgdv522o)
* Chomsky, N. (1999). “The new military humanism: Lessons from Kosovo”. Common Courage Press.
* Consejo de Seguridad de la ONU. (2022). Resolución 2623 sobre Ucrania. [https://undocs.org/es/S](https://undocs.org/es/S)