
Ya había comentado por aquí sobre dos extraordinarias novelas de Zadie Smith: “Dientes blancos” y “Tiempos de swing”. Zadie Smith (nacida en 1975 en Londres) es una de las voces más destacadas de la literatura contemporánea. Su debut, “Dientes blancos” (2000), la catapultó al reconocimiento internacional gracias a su ingenio, diversidad temática y exploración de identidades culturales. Autora de novelas como “Sobre la belleza” y “Tiempos de swing”, además de ensayos brillantes, Smith combina humor, crítica social y un estilo lírico. Su obra aborda temas como la raza, la clase, la familia y el poder, siempre con una mirada incisiva y profundamente humana.
La lectura de “La impostura” me sorprendió. No esperaba una incursión tan inesperada en la novela histórica, ni el diseño estructural de la obra, que presenta una narrativa no lineal, alternando entre diferentes hilos narrativos y personajes. Se centra particularmente en Eliza Touchet, ama de llaves y prima política de un escritor en decadencia llamado William Ainsworth. Además de intercalar capítulos que exploran la cotidianidad de Eliza y William, el texto introduce un contexto más amplio relacionado con el colonialismo y la esclavitud, utilizando como telón de fondo el juicio de Tichborne, un evento real y extremadamente famoso en la Inglaterra victoriana.
Me encontré, entonces, con una novela que, además de sorprenderme y atraparme por la manera en que Smith logra capturar la complejidad de la experiencia humana en una época pletórica de profundos cambios sociales, económicos y culturales, me ofreció de pilón su ya reconocida destreza literaria de alto nivel. Publicada apenas en 2023, esta novela no es solo un relato sobre la Inglaterra victoriana, sino una exploración profunda y vibrante de la identidad, la amistad y el propio acto de contar historias. “La impostura” puede considerarse una novela híbrida, ya que combina elementos de varios géneros y estilos narrativos. Aunque su base es la ficción histórica, Zadie Smith incorpora técnicas y preocupaciones características de la literatura contemporánea.
“La impostura” es una curiosa combinación de una escritura ligera y hábil y una construcción laboriosa. Existe el riesgo de desconcierto -me ocurrió-, ya que fragmentos brillantes de narrativa se agitan en combinaciones impredecibles a través del tiempo y el lugar. Pero la hibridez de la novela se convierte en parte de su fascinación. Al abordar el juicio de Tichborne y las tensiones del imperio británico, se ralentiza y se expande en honor a sus sujetos victorianos, que encarnan las contradicciones de la época. Sin embargo, sus capítulos son, perdonándome la intromisión teórica, “elípticas medio-escenas” elegidas con la economía modernista.
Desde las primeras páginas, Smith nos presenta a Eliza Touchet, una mujer con un pasado intrigante, prima política del escritor William Harrison Ainsworth. A través de su vida y sus vivencias, la autora logra tejer una narrativa enrevesada que transita por las calles polvorientas de la historia, los conflictos raciales y las luchas de género. La amistad entre Eliza y Andrew Bogle, un esclavo emancipado y testigo clave del famoso juicio, es el hilo conductor que nos lleva a un viaje de autodescubrimiento y reconciliación con las sombras del pasado.
La prosa de Smith es pura magia, salpicada de ironía y humor, pero también de una humilde claridad que invita a la reflexión. La narrativa oscila entre el presente y el pasado, ofreciéndonos un fresco vívido de la sociedad de la época. Lo que más cautiva es cómo Smith no juzga a sus personajes; los retrata con lucidez y sensibilidad. Eliza, con su carácter fuerte y su lucha interna, es un reflejo de las mujeres que, muchas veces, se encuentran atrapadas entre sus sueños y la realidad impuesta por su entorno.
En “La impostura”, no solo se hace una crítica del colonialismo y la esclavitud, sino que Smith también te desafía a contemplar el legado de estos sistemas de opresión en la actualidad. A través de las interacciones entre los personajes, se hace evidente que las cicatrices de la historia no sanan de un día para otro. Aquí, la autora brilla en su intento por humanizar a aquellos que sufrieron en la piel de la injusticia, creando un retrato complejo donde la victimización y la resistencia coexisten.
Es fascinante cómo la novela también se siente como un homenaje a la literatura y la escritura misma. Eliza, a lo largo de la historia, reflexiona sobre la calidad del arte y la responsabilidad de los escritores en la construcción del discurso. Esta metanarrativa se convierte en un componente esencial, dándonos un vistazo al proceso creativo de Smith y su postura sobre el uso del lenguaje como herramienta de transformación social. Es un recordatorio de que la literatura puede ser tanto un refugio como una espada en la lucha por la justicia y la verdad.
Las múltiples referencias a escritores de la época victoriana son una parte esencial del atractivo de la novela, especialmente para lectores interesados en la literatura de ese periodo. William Ainsworth es un escritor real que vivía a la sombra de figuras como Charles Dickens, quien es mencionado en la novela. Estas alusiones no solo sitúan la historia en su contexto literario, sino que añaden un nivel de profundidad para quienes disfrutan explorando las conexiones entre ficción y realidad histórica.
Además, Zadie Smith utiliza estas referencias para reflexionar sobre la escritura y el éxito literario, temas que siempre han sido importantes en su obra. El retrato de Ainsworth como un autor que lucha por mantenerse relevante contrasta con las figuras más dominantes de la época, y esto genera una reflexión interesante sobre la fama, el olvido y la inmortalidad literaria. Para los lectores familiarizados con la literatura victoriana, estas conexiones enriquecen la experiencia y amplían el significado de la novela.
Si buscas una obra poderosa, necesaria y rica en matices, llena de personajes complejos y un agudo análisis de la sociedad, “La impostura” es una lectura que no te decepcionará. Con su profunda exploración de la identidad, la literatura y la ética, esta novela no solo ofrece entretenimiento, sino también una invitación a la reflexión y a la acción. Espero que te de la oportunidad de disfrutarla tanto como yo lo hice! Te leo.