Muchos domingos, al terminar de correr, me doy una vuelta por San Pedro de Pinta, principalmente al puesto de trueque de libros que se instala bajo las arboladas sombras del Paseo Duendes, la glorieta que intercepta las calzadas Del Valle y San Pedro. San Pedro de Pinta es un espacio que se realiza cada domingo en la Calzada del Valle y la Calzada San Pedro desde 2011. El municipio de San Pedro Garza García adecua 4.5 km de calles para que las familias paseen, ya sea en bicicleta, a pie, o incluso en coches infantiles, mientras las distintas dependencias municipales ofrecen actividades culturales, deportivas, ecológicas, sociales y recreativas para toda la familia.
Uno de esos domingos, el benefactor que maneja el puesto me recomendó encarecidamente *La vida es una novela*. Nada del libro me atrajo; no conocía al autor, y el título y la portada me parecieron de lo más ñoño. Sin embargo, su recomendación fue tan intensa e insistente que acepté la novela, dudando seriamente que la leería. Inmerso en un periodo en el que la lectura se me ha hecho particularmente difícil, con varias novelas empezadas pero sin terminar ninguna, me topé con el libro, leí el inicio, y no lo solté.
Guillaume Musso es un autor francés contemporáneo, muy conocido por sus novelas que mezclan elementos de suspense y romance. Nació el 6 de junio de 1974 en Antibes, Francia. Musso comenzó su carrera como escritor en 2001, y sus obras han tenido gran éxito en Francia y se han traducido a muchos idiomas. Algunos de sus títulos más populares incluyen *La chica de los sueños*, *El secreto de la felicidad* y *La vida es un río*. Su novela de misterio *Y después* se ha adaptado al cine.
*La vida es una novela* narra la historia de Flora Conway, una novelista de gran prestigio, cuya hija de tres años, Carrie, desaparece un día de abril mientras jugaban al escondite en su apartamento de Brooklyn. Las puertas y ventanas estaban selladas herméticamente, y no había ningún rincón que no hubiera revisado. Era simplemente un juego, uno muy sencillo: Flora contaba hasta veinte mientras su hija se escondía. Sin embargo, esta vez fue diferente; no había nadie allí. Desesperada, Flora buscó en cada esquina, cada rincón de la casa primero, y luego del edificio, pero la pequeña seguía desaparecida. ¿Quién se la había llevado? ¿Qué motivo había detrás de esto? La desaparición de la niña se convirtió rápidamente en la principal noticia en los medios.
Pero *La vida es una novela* cuenta otra historia, al otro lado del Atlántico: la del escritor parisino Romain Orzowski, cuya vida se desmorona, pues su esposa le ha pedido el divorcio y apenas puede ver a su hijo Theo, de seis años. A pesar de que lo único que ocupa sus días es escribir, su carrera literaria está estancada debido a las acusaciones de su mujer, y no ve una salida clara en ninguna de las dos facetas de su vida.
Las historias de Flora y Romain terminan cruzándose en un ejercicio metaficcional que invita a reflexionar sobre el proceso creativo, ya que la narrativa de ambos explora los desafíos y motivaciones de cada uno como autores. La metaficción es un término que describe un tipo de ficción que se refiere a sí misma y explora la naturaleza de la narrativa, la ficción y el proceso de escritura. En otras palabras, la metaficción es una ficción sobre la ficción.
Musso nos involucra en su juego metaficcional al sumergirnos en una vorágine de acontecimientos tan sorprendentes que, en un instante, resulta complicado distinguir entre lo real y lo ficticio. Te ves atrapado en un laberinto de reflejos literarios, donde la verdad y la invención se entrelazan de tal manera que pierdes la noción de qué es auténtico y qué forma parte de la narrativa.
Guillaume Musso es conocido por su estilo y enfoque narrativo, que combina elementos de la novela contemporánea con toques de thriller y fantasía, y *La vida es una novela* es un buen ejemplo de esto. Musso utiliza un lenguaje claro y directo, lo que facilita la lectura y permite conectar con las historias de Flora y Romain. La narrativa se centra en emociones humanas profundas y universales, como la pérdida, la búsqueda de identidad y la esperanza. En conjunto, el estilo y la prosa de Guillaume Musso se combinan para crear una novela que capturó mi atención desde el inicio, gracias a su intrigante trama y a un componente emocional tan fuerte como la pérdida de un hijo. ¡Te leo!
Estrategia, libros y poder en sintonía 