Hace algunos años, no muchos, me prometí que cuando menos el 10 % de mis lecturas serían de clásicos literarios, preferentemente novelas del Siglo XIX, que, por su calidad literaria, resistieron el paso de los años, y continúan encontrando lectores, que como yo, terminan casi siempre, deslumbrados y sorprendidos, preguntándose si realmente vale la pena perder el tiempo leyendo novedades, sobre todo considerando el vasto acervo de clásicos que permanecen sin leer en nuestras bibliotecas.

Desde entonces, creo que he cumplido la promesa. Este 2024, impulsado por el video resumen de las mejores lecturas del 2023 que presentó la 𝑩𝑶𝑶𝑲𝑻𝑼𝑩𝑬𝑹 Maria, del Canal “Cumbres Clásicas”, una cautivadora lectora que elabora unas reseñas que te enamoran, por el contenido y por su voz, porque vaya voz tan seductora la de María, que me decidí iniciar el año con la lectura de “Tess de los D’Uberville”, del autor Inglés Thomas Hardy (1840-1929), novelista y poeta con una extensa obra literaria publicada, que incluye además de novela, cuento, poesía y dos piezas teatrales. Thomas Hardy fue un escritor que alcanzó gran éxito y reconocimiento en vida.

Hardy no figuraba en mi radar literario hasta que la colección ‘Novelas Eternas’, que causó gran revuelo en México, junto con las reseñas, comentarios y recomendaciones de otro BookTuber, David Pérez Vega, captaron mi atención, pues son seis de sus novelas (la primera que leí fue ‘Lejos del mundanal ruido’), las que forman parte de esta codiciada colección de RBA Coleccionables, incluyendo ‘Tess de los D’Uberville’, la obra sobre la que quiero hablarte.

Publicada por primera vez en 1891, «Tess de los D’Urberville» cuenta la vida de Tess, una joven campesina en la Inglaterra rural de la época. Tess, en realidad, no es una D’Urberville por nacimiento. Su verdadero apellido es Durbeyfield. La razón por la cual se asocia con los D’Urberville, es porque a su padre le revelan que son descendientes lejanos de la noble familia D’Urberville. Buscando mejorar su posición social, el pretensioso, ignorante e imaginativo padre, envía a Tess, una inocente niña de quince años, a reclamar parentesco con los D’Urberville adinerados.

Y son su juventud e inocencia, elementos importantes en el desarrollo de la trama y en cómo enfrenta las consecuencias de las decisiones tomadas por su familia, pues esta conexión con su presunta noble familia, trae efectos calamitosos, pues al conocer a su supuesto primo, Alec D’Urberville, un tipo manipulador y egocéntrico, nuestra dulce Tess queda expuesta a una conspiración basada en la mentira y engaño.

Tess, con un carácter marcado por la bondad, pero también por la vulnerabilidad y fatalidad que la rodea, inicia una cadena de dificultades y tragedias acrecentadas por la moralidad y dureza de la sociedad victoriana, serie de infortunios que parecen no tener fin. La historia explora su lucha contra las injusticias sociales, los dilemas éticos y las consecuencias trágicas de sus elecciones.

La novela se caracteriza por su realismo y la atención detallada a la naturaleza y los entornos rurales. Hardy utiliza una prosa descriptiva y poética para pintar imágenes vívidas del paisaje y los personajes. También aborda temas sociales y morales con profundidad, explorando la complejidad de las relaciones humanas, las clases sociales, el destino y la fatalidad, ofreciéndonos un retrato vívido de la vida rural de la época, con un estilo melancólico y a menudo fatalista, reflejando quizá, una visión pesimista del autor sobre la sociedad de la época victoriana.

Te recomiendo la lectura de «Tess de los D’Urberville» por su profunda exploración de temas universales, además de ofrecernos una imagen vívida de la sociedad victoriana, abordando cuestiones éticas de manera aguda.

En resumen: la vida de Tess Durbeyfield, una joven campesina cuyos destinos se ven afectados por eventos inesperados y decisiones morales difíciles, la representación detallada de la vida rural del siglo XIX, los personajes complejos, y la combinación de romance y tragedia, contribuyen a crear una experiencia literaria enriquecedora y reflexiva. Te leo con gusto.